Las pausas y silencios de "Su Eminencia" a las preguntas del periodista son tan expresivas como sus razonamientos antidemocráticos y progolpistas. Tocata y fuga de la Jerarquía Eclesiástica, en este caso la hondureña que huele a rancio como otras más cercanas, y no tiene ningún rubor en afirmar que lo que les toca a ellos es "colaborar con el nuevo gobierno", y que lo que pide para Honduras es "que oremos". No me extraña que "Su Eminencia" estuviera en las quinielas para ganar el cargo de Papa. Si ganó Ratzinger no fue precisamente por su ideología progresista.
La entrevista íntegra está en el siguiente enlace.
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