FALTA DE CORAJE.
Ojalá me equivoque, pero el
escepticismo es lo que tiene. Parece demasiado evidente. La prioridad de los
actuales dirigentes del PSOE, es solucionar la falta de liderazgo, orgánico y
social. Creen que esa es la causa que les tiene esclerotizados en las encuestas
de intención de voto. Necesitan “que la gente vea líder a su líder". Vale,
también actualizar las propuestas y el programa. ¡Pues, claro! Pero, sobre todo,
en mi opinión, atreverse a ser fiel a los propios principios en cada una de sus
decisiones y acciones. Todos. En todos sitios.
¿Liderazgo? ¿Conferencia
Política? Los actos políticos son ante todo apariencia. Comunicación. De ahí
estos eventos para ganar presencia mediática. Su diseño es parecido al de un
programa de televisión. Son ejercicios de fomento de liderazgo. Ya veremos. A
veces se confunde "hacer emerger un líder", con hacer emerger “al que
debería ser el líder –y, sin embargo-, no termina de chutar”. Mal diagnóstico,
y mala terapia.
Esta prioridad -la de solucionar
la falta de liderazgo- parece compartida por los que pretenden apuntalar
contra-natura a quien les mantiene en su legítimo actual cargo/estatus, y
también por los que creen necesario un "sorpaso" que devuelva el
impulso y las iniciativas a un partido excesivamente tocado por su falta de
credibilidad, e incapacidad o ineficacia en la reacción, que una amplia mayoría
espera y necesita.
En mi opinión, más allá de
fastos de "empoderamiento" de presuntos líderes a los que se les pasó
el arroz, lo que debería ser el mensaje central del PSOE hoy, es el CORAJE.
Coraje para transmitir un
"mea culpa" absolutamente convincente. Coraje para un "hemos
tomado nota, y por eso hemos hecho estos cambios en profundidad"
(incluyendo explícitamente el relegar a "estas y a aquellas
personas/personajes" a puestos secundarios, terciarios... o a su casa).
Coraje para reivindicar los avances realizados en los distintos gobiernos
socialistas, también durante la primera legislatura de José Luis Rodríguez
Zapatero. Coraje para afrontar con valentía, la necesidad y vigencia de los
principios del socialismo democrático. Coraje para desmontar algunas falacias
sobre la "supuesta buena gestión económica de la derecha". Coraje
para remarcar su crueldad, arrogancia, corrupción y autoritarismo, respecto a
decisiones dañinas para los ciudadanos menos favorecidos. Coraje, en fin, para
coger el toro por los cuernos. Sí, precisamente, por donde desean los millones
de personas que lo están pasando mal. Precisamente lo que desea la base social
del voto socialista. Porque no es tolerable esa percepción de falta de empatía,
y ese alejamiento de los más afectados por esta crisis. Porque no es tolerable
y, además, es impúdico e inmoral, que los que la generaron, se sigan
enriqueciendo, se vayan de rositas y hasta se cachondeen, anunciando un día sí
y otro también, propuestas desenfrenadas y desafiantes de recortes y retrocesos
históricos, en materia laboral y de protección social. No es tolerable el
descaro en tiempos de crisis.
Ejemplos hay a cientos, y los
ciudadanos tienen reciente, no sólo las caras de los irresponsables
responsables de tales decisiones, sino que además las heridas están abiertas.
Muchas, siguen sangrando, mientras estos malnacidos nos continúan hurgando
cruel e impunemente en ellas.
Ojalá me equivoque y no se quede
todo en palabras. Hoy, es más necesario que nunca un verdadero y real giro a la
izquierda del PSOE, sí.
¡Qué pena que el coraje sea tan
poco habitual en aquellos que tienen algo que perder!