El Foro por la Participación Social preconiza un contrapoder de la izquierda alternativa
La izquierda alternativa preconiza una cultura de nuevo cuño para crear "una nueva manera de ser y de pensar la política" capaz de realizar una "transformaciòn social del poder". Así se expuso ayer en una reunión del Foro por la Participación Social, plataforma de debate de la izquierda alternativa, celebrada con asistencia de numeroso público en la sala Clara Campoamor del Parlamento. El futuro de la izquierda era el eje de la reunión, coordinada por el diputado por IU, Gaspar Llamazares y por Montserrat Muñoz, ex alcaldesa de San Fernando de Henares. Para conseguir estos fines el Foro considera preciso "agrupar las fuerzas, actualmente dispersas, romper el silencio ideológico hoy existente y asumir los problemas de los segmentos sociales más golpeados por la crisis", según algunos de los ponentes del debate, entre los que figuraban Juan Torres, catedrático de Economía de la Universidad de Málaga; Manuel Bonmatí, dirigente de la Uniòn General de Trabajadores; Almudena Grandes, escritora; Carlos Berzosa, Rector de la Universidad Complutense; Augusto Zamora, embajador de Nicaragua en España; y José Antonio Martín Pallín, juez.
Juan Torres resaltó que actualmente en Andalucía, hasta 100.000 familias han sido desahuciadas de sus casas por insolvencia económica, sin que este problema, que considera gravísimo socialmente, haya encontrado eco en las organizaciones políticas ni en los medios de comunicación. A juicio del catedrático andaluz, desde el fin de la Segudda Guerra Mundial, "el Banco Mundial admite haber sufrido hasta 130 crisis, mientras se acentua el deterioro social y medioambiental". Y ello "en un mundo que se apresta a terminar consigo mismo". En este panorama subrayó que la izquierda se muestra incapaz de respirar en la diversidad.
El responsable de Asuntos Internacionales de UGT, Manuel Bonmatí, precisó que "los sindicatos no son opciones políticas" y criticó la falta de iniciativas de la izquierda política para atajar "una reforma laboral inadmisible y una intolerable ampliaciòn de los recortes de las pensiones", al tiempo que barajaba la posibilidad de que los Presupuestos "cambien los subsidios estatales al desempleo". Añadió además que en estos momentos se asiste a una "reordenaciòn global del sistema capitalista" y estimuló a que los partidos "no sean únicamente aparatos electorales, sino que también asuman la solidaridad y la redistribución de la riqueza como necesidades sociales vitales". Para conseguirlo propuso la creaciòn de un verdadero "contrapoder que gane terreno político y consiga una correlaciòn de fuerzas favorable a los intereses mayoritarios".
Carlos Berzosa explicó que "hace un año, las encuestras señalaban que la gente consultada culpaba de la crisis a la banca estadounidense; hoy, sin embargo, la atribuye a los Gobiernos". El Rector madrileño remarcó la contradicción de esta atribución de culpas, ya que, según recordó, "el ejercicio del ministro socialista Pedro Solbes generó superávit en las arcas estatales, mientras se achaca al Gobierno socialista inducir la crisis". Berzosa preconizó "acabar con el fetichismo del crecimiento"; reivindicó "la puesta en valor del gasto público"; y pidió "más y mejores impuestos, sobre todo los redistributivos". Criticó también la pérdida de derechos democráticos y se preguntó sobre cuál situaciòn vivimos "cuando se ataca la celebraciòn en la universidad madrileña de un debate sobre el juez Garzón, mientras incluso bajo el franquismo, los debates críticos de los universitarios eran frecuentes".
La escritora y columnista Almudena Grandes dijo que la izquierda debe plantearse "la renuncia a la conquista del poder"; alertó sobre el peligro que para la democracia implica la erosión de la soberanía popular y reclamó para la izquierda la lucha por la memoria histórica, la defensa de los valores republicanos, así como la de los derechos fundamentales.
Mientras el juez Martín Pallín reclamaba "más derecho penal sobre los ricos y menos derecho penal para los marginados", el embajador de Nicaragua remarcaba que Europa es hoy periferia económica mundial, y que América Latina vive un momento histórico en el cual. "La izquierda está creando en América el Estado nacional que los catastroficos gobiernos oligárquicos surgidos con la independencia continental no crearon".
Gaspar Llamazares resaltó la necesidad de "elaborar un model alternativo al modelo de mercado", pidió abandonar esquemas de la izquierda "propios del siglo XIX"; postuló erradicar las disputas dentro de la izquierda y plantear la confrontaciòn con los verdaderos adversarios "para estimular el potencial de propuesta, ya que hoy se posee poca capacidad de informaciòn y de cambio". Cerró el debate Montserrat Muñoz, que señaló la "necesidad de refundar la izquierda" desde la participación y las propuestas debatidas.
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