jueves, 9 de septiembre de 2010

Sigamos siendo socialdemócratas

Sigamos siendo socialdemócratas


Por Luís Solana. Publicado el 7 de septiembre de 2010, en su blog Debate tras la línea roja, y en ElPlural.com

Casi todos los socialdemócratas españoles están de acuerdo en que hay que redefinir el papel, las ideas y los mensajes de una ideología que ha cumplido un papel fundamental en la Historia: el socialismo.  En el mundo entero el debate está abierto, crea dudas, esperanzas y también frustraciones. He dicho que es un debate en el mundo, pero no es exacto: es un debate del mundo desarrollado. En la India, en China, en Brasil o en Indonesia, la socialdemocracia es un sueño, no un problema. Aquí mismo, en este blog (que tiene los lectores que tiene), suelen aparecer críticas al socialismo español y al socialismo del gobierno Zapatero, procedentes de amigos progresistas. Es normal, pero es un error.
Las esencias socialdemócratas de protección al más débil, no han cambiado con Zapatero, lo que ha cambiado es la idea de que hay dinero para todo. Ocurre que hay escasez de recursos y hay que fijar prioridades. Durísimo ejercicio que Zapatero ha llevado adelante con valor y (lo reconozco) ha explicado con poco aliento.
Porque hemos tenido tiempos de riqueza sorprendente y nadie se dio cuenta (nos dimos cuenta) de que esa situación no era permanente. Porque hemos tenido años de excedentes presupuestarios y nadie se dió cuenta (nos dimos cuenta) de que el dinero hay años que sobra y años que falta. En España todos ricos y medio ricos somos todos unos novatos en eso de la riqueza: somos unos nuevos ricos.
En Dinamarca, país con mucha más riqueza y más antigua que España, las carreteras son peores que las españolas pero el sistema social está aguantando la crisis. A eso quiero llegar.
Igual, cuando hay dinero en el Estado, es mejor hacer menos AVEs y más escuelas o más hospitales o más fondo social de inversiones. El susto que hemos (estamos) pasando terminará y la economía irá poco a poco a mejor. Pero conviene que nadie se olvide que de esta crisis salimos más lejos de la riqueza y con más dificultades para atender los problemas sociales.
El momento es estelar para la derecha liberal: hay recursos escasos y el mercado es el mejor distribuidor de esos dineros; el Estado no vale. Va a ser la batalla de los próximos años y en la que pido a cualquier socialdemócrata que lo sepa rebatir.
Pero también es tiempo de reflexión para los socialistas: ¿qué hacemos cuando los recursos son escasos? ¿qué hacemos si no podemos llegar a atender a todos los desfavorecidos? Pues hay que saber explicarlo a los ciudadanos: no hay dinero para todas las prestaciones acordadas.
Que los sindicatos vayan a una huelga no cambia las cosas, las confirma: duelen los recortes sociales, pero ningún sindicato explica de dónde se podrían sacarse las cifras que faltan en el Presupuesto.
Ser socialista es complicado hoy en España, pero conviene no olvidar que gracias al socialismo hemos avanzado en temas sociales hasta hoy y que sólo el socialismo podrá reemprender ese camino de equidad tan pronto como  podamos respirar desde el ahogo económico que sufrimos.
Todos los socialdemócratas debemos mirar hacia el futuro. Un progresista hoy, en un país desarrollado como España, no puede sufrir el síndrome de la mujer de Lot, aquella que decidió mirar hacia atrás y se convirtió en estatua de sal.

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