El Senado italiano aprueba obligar a alimentar a quien no pueda hacerlo por sí mismo. Si de verdad se comprometieran a acabar con el hambre, sería encomiable.
Pero, el sarcasmo es evidente. La doble moral sigue intacta. Tanto en la derecha italiana, como en el Vaticano.
El caso Eluana sólo ha permitido comprobar -una vez más- cómo estos moralistas del tres al cuarto, se movilizan por cualquier aspecto que supongo autonomía e independencia del control al que siempre han sometido a las personas sencillas.
Pero a estos hipócritas fundamentalistas no les interesa mas que estirarse el pellejo, o mirarse la barriga y ponerse bien el capelo cardenalicio. Cuando no, otros asuntos muy muy turbios.
.jpg)
2 comentarios:
¿El magnate tiene conciencia?
Bueno, ya estaba comprometido contra la inteligencia, esperemos su siguiente compromiso.
Publicar un comentario