A la vista está, que algunos privilegiados de la "beautiful people pepera" llevaban mejor que otros estos tiempos de crisis económica. Y, es que en una de las grabaciones realizadas por las fuerzas de seguridad del Estado, en esta nueva trama de corrupción vinculada con el Partido Popular, dice don Francisco Correa -el "amigo de todos", y presunto jefe de la trama-, supuestamente a don Álvaro Pérez Alonso, más conocido en el PP como el "excéntrico bigotes":
"Ganamos 12.000 kilos. De mi 50%, yo reparto con Ramón, Álvaro y el alcalde". Como vemos, las gaviotas últimamente están muy generosas.
¡Dejémonos de bromas! Me dicen que ha dicho la siempre ínclita y brillantísima señora Cospedal. Ya que, ante semejante vendaval de escándalos en su partido, y de convertirse el PP en un riquísimo yacimiento de nuevos corruptos, la sustituta del cada vez más encantado de haber sido sustituido, señor Acebes -don Ángel-, acusa al PSOE de "orquestar una campaña" contra el PP usando a la Fiscalía y a Garzón. Cuando, según parece, las primeras denuncias partieron precisamente de militantes del PP que no estaban de acuerdo con los procedimientos empleados por los "mafiosillos", y con la mala imagen que se derivaba para el propio partido. Desde luego, se nota que la manchega está echando mano del tarro de las esencias preparado en su día por su antecesor. ¿Llegaremos a ver cómo nos intenta convencer de que todo, todo, es cosa de ETA?. Tiempo al tiempo.
Mientras tanto, don Mariano -Rajoy-, después del increíble caso de "los espías peperos que espían a peperos", y tras enterarse por los periódicos -una vez más- desde su retiro invernal en las Bahamas, promete "garantizar la unión de su partido pase lo que pase". (O, "quede lo que quede", como dice mi vecina del sexto).
No seré yo quien achaque al bueno de Marianín su devoción por los viajes astrales en pleno temporal. Bastante tiene con no haber dimitido tras las elecciones de marzo pasado, haber organizado y ganado -por incomparecencia- el fallido congreso nacional del PP en Valencia, y de afrontar con el partido en pie de guerra civil, las próximas elecciones autonómicas, en Galicia y en Euskadi, y las europeas del verano.
¿Pero es que pasa algo? Ha dicho el siempre histórico señor Fraga, mientras comparaba lo que ocurre en su partido en Galicia, con las propias vicisitudes de Jesucristo y su error en la elección de Judas, como cabeza de lista por Orense. ("O algo así, que ya m´he liao", me ha dicho una gaviota que escuchaba la conversación).
A todo esto, lo que más me llama -poderosamente- la atención, es la pasmosa habilidad que tiene una "veloz" presidenta de una Comunidad Autónoma del centro del país, para esquivar "marrones" y que todos caigan -como chuzos de punta- sobre el pobre ¿líder? del PP, señor Rajoy, don Mariano.
No obstante, y en el caso de la lideresa, su trayectoria política no sólo está repleta de aplausos. Aunque nunca le faltarán desde la caverna, claro.
José María Ridao, expone hoy lunes, en ElPaís, una breve y suculenta secuencia de ascenso y andanzas por el siempre turbio mundo de la política madrileña. Su título: Aguirre, ¿el poder contra quién?
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