Aunque con su cinismo habitual prometía transparencia, este personaje cada vez más anticuado, triste y feo de la política madrileña hace cuanto puede para enturbiar sus posibles vergüenzas en la Comisión sobre el Espionaje.
Como decía mi abuela: ¡Es para mear y no echar gota!
1 comentario:
Yo llamaba a Tierno Galván... oh, wait!
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