Iñaki Anasagasti y Julio Anguita fueron protagonistas en la presentación de la última obra de Armando Fernández Steinko, un libro que ahonda en las profundas razones de la crisis económica y que evoca los valores del republicanismo cívico, aquel capaz de enmendar la quiebra neoliberal y lo que el autor llama capitalismo feo.
El referente republicano, clave en la ‘refundación’ de la izquierda española
La cita, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. El motivo, la presentación del último libro del ensayista, investigador y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Armando Fernández Steinko. Como teloneros, el senador del PNV, Iñaki Anasagasti, el ex coordinador de IU, Julio Anguita y el actual líder de esta formación, Cayo Lara, una formación que desde hace meses se ha embarcado en lo que se ha venido en llamar la refundación de la izquierda, un proceso en el que Steinko está colaborando y para el que su obra, Izquierda y Republicanismo. El salto a la refundación se convertirá a partir de ahora en libro de referencia.
Si llamativo fue para los asistentes la presencia del peneuvista Anasagasti, no lo fue menos para él que al inicio de la intervención reconocía la sorpresa del público: “Muchos se preguntarán qué hace este tipo aquí”. La respuesta no es otra que ese nexo de unión de aquellos que creen llegada la hora de formular un replanteamiento profundo de España, del Estado, de la Nación.
De todos es conocido el sentimiento antimonárquico del siempre irreverente Anasagasti, pero el libro de Steinko merecía una reflexión más profunda y más serena desde la crítica acerada. El papel de la Corona, la Transición democrática, “continuista” y “tutelada” por el Jefe del Estado y la necesidad de “devolver a la ciudadanía el protagonismo” algo a lo que tampoco reniega ese “republicanismo de centro-derecha” reivindicado por el dirigente nacionalista vasco.
Entonces, ¿dónde encontrar esas coincidencias entre la derecha y la izquierda?, pues en la “marca razón”, capaz de “compartir nuestras razones” aunque sean diferentes y en recordar a modo de ejemplo –de ello se ocupó Anasagasti- de que el PNV “estuvo al lado de la República” y contra aquellos golpistas que actuaron a las órdenes de un “cruel y asesino” Francisco Franco.
Pero las razones del libro de Steinko no hay que buscarlas sólo en un relato de hechos de la Guerra Civil, de la República, de la Transición democrática, de la Monarquía sino de reivindicar “un conjunto de valores (laicismo, justicia social, democracia)” que lidere la izquierda tomando como referencia la “reinvención” del republicanismo, precisamente lo que el autor (Arturo Sócrates como le apodó cariñosamente Anguita), dice que hay que hacer y cómo hay que hacerlo.
“Refundar no es cambiar las bases del edificio, sino situar otras directrices para que esos valores básicos se articulen de otra manera”, dijo el ex coordinador de IU que prologa el libro de Steinko. A juicio de Anguita, “estamos al final de una civilización” en la que “mercado, competitividad y crecimiento sostenido han entrado en crisis” y por ello necesita una “alternativa al capitalismo acaparador”, un “replanteamiento urgente” de la propia izquierda.
Y si Anguita y Anasagasti aportaron ese valor histórico y filosófico, Cayo Lara se ocupó, junto con el propio autor, de plasmar con claridad el germen del asunto: la sociedad de las rentas, de la propiedad, ha sustituido a la sociedad del trabajo: “No es posible que el salario de un trabajador valga menos que el alquiler de una casa”, dijo el líder de IU. “El libro invita a la rebeldía serena, a la convergencia de las diferencias para fijar un proyecto común alternativo. Hace un llamamiento a los intelectuales de izquierda para que vayan a contarle a la gente humilde cuál es la raíz de los problemas de este país”, aseguró.
El autor ahondó en esa idea, la idea de la que ha tirado del hilo para escribir un libro que el editor deAkal calificó de “sereno y sosegado”. “Todos los países albergan un nudo histórico y en España es la tensión entre renta y trabajo”, dijo Steinko para citar después someramente lo que en su opinión habían sido “las tres derrotas históricas del trabajo”: la expulsión de los judíos y el éxodo a América; la Guerra Civil y lo que supuso el “exterminio sociológico” de los intelectuales; y el proceso de Transición que puso coto a una transformación más profunda de la sociedad española después de la dictadura.
Una ‘segunda transición’ para “reconstruir una identidad compartida” social y culturalmente “multilingüe”, imbuida del republicanismo cívico, de la igualdad y del trabajo como epicentro del sistema.
Fue en eso en lo que coincidieron todos los presentes.
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