miércoles, 25 de mayo de 2011

MANIFIESTO POR LA RENOVACIÓN INTEGRAL DEL PSRM-PSOE

Ante las dudas aparecidas, aclaramos:
este MANIFIESTO surge de un grupo de MILITANTES de BASE. Son reflexiones personales; no responde a ninguna postura oficial de ninguna Agrupación Socialista ni a postura alguna de ningún órgano o persona vinculada a órganos de dirección del PSRM-PSOE
MANIFIESTO

Ante los últimos resultados obtenidos en las elecciones locales y autonómicas celebradas el pasado 22 de mayo y la nula respuesta objetiva de la Comisión Ejecutiva Regional sobre este proceso

M A N I F E S T A M O S

  1. El PSRM-PSOE no gana unas elecciones en la Región de Murcia desde el año 1991, hace ya más de 20 años. Desde entonces, las medidas que se han tomado han pasado por el recambio de personas (4 candidatos en las últimas 5 convocatorias autonómicas) y por anular el debate de ideas.
  2. El PSRM-PSOE necesita renovar su escaso proyecto político. Es necesario abordar para ello, con urgencia, 2 aspectos: la estructura orgánica del partido, y el debate de ideas. Sin estos dos elementos no llegaremos a conseguir un proyecto político creíble y cercano a la ciudadanía.
  3. El PSRM-PSOE no es un partido conformista, no es un partido que se conforma con mantener la realidad en la que nuestros gobernantes regionales nos hacen vivir. El PSRM-PSOE no es un partido conservador, sino un partido PROGRESISTA y, como tal, su objetivo es transformar esa realidad desde los principios socialistas irrenunciables: la igualdad, la solidaridad, la libertad y la justicia social.
  4. La dirección regional del PSRM-PSOE analiza las distintas contiendas electorales a su antojo. En estos momentos lanza balones fuera indicando que la culpa de la derrota es la situación nacional; en cambio, cuando la situación nacional era inmejorable, el mensaje fue que 'los ciudadanos no han entendido el cambio que proponíamos'. Todo menos analizar con rigor y seriedad los errores internos cometidos.
  5. La 'reflexión' de la militancia no puede esperar. Ante situaciones drásticas se requieren decisiones drásticas. Y estas decisiones han de basarse, sin ninguna duda, en la generosidad de muchos compañeros; unos porque deben dar un paso atrás y otros porque deben dar un paso adelante.


P E D I M O S


  1. La dimisión del Secretario General del PSRM-PSOE y de todos los miembros de su Comisión Ejecutiva Regional que, más por omisión que por acción, han sido corresponsables de esta debacle electoral.
  2. La dimisión de los Secretarios Generales de los 3 grandes municipios: Murcia, Cartagena y Lorca, en los que, con distintos matices, se ha producido una debacle electoral sin precedentes.
  3. La convocatoria de un Congreso Extraordinario para debatir sobre el proyecto político del PSRM-PSOE y elegir a las personas que formen parte de la estructura orgánica de este partido. Este debate debe ser profundo en lo político y en lo orgánico para dar respuesta desde los valores socialistas a la realidad en la que vivimos y las demandas sociales del siglo XXI. Este debate debe realizarse sin prisas y con la máxima participación de la militancia.
  4. La renuncia generosa a su acta de diputado y/o de concejal de aquellos compañeros que se han tomado la política como una carrera personal de méritos; la política está al servicio de la ciudadanía, no la ciudadanía al servicio de los políticos. El PSRM-PSOE debe comenzar a dar ejemplo de la limitación de mandatos en todos los cargos institucionales u orgánicos, impidiendo que haya personas cuya 'vida laboral' se desarrolle en cargos institucionales.


En Murcia, a 24 de mayo de 2011

Nombre y apellidos: Agrupación Socialista / Simpatizante:

También te recomendamos que descargues este manifiesto, lo firmes y lo envíes escaneado a socialistas@manifiestopsrm.com: MANIFIESTO

lunes, 23 de mayo de 2011

La indignación no es suficiente, de Daniel Innerarity

La indignación no es suficiente

DANIEL INNERARITY 21/05/2011, en ElPaís.com


En una sociedad con ciudadanía de baja intensidad, desafección galopante hacia la política, debates planos y argumentos inexistentes, cualquier llamamiento a sumarse a las críticas encuentra una inmediata acogida. Si quien escribe ¡Indignaos! es Hessel, que es además un luchador de la Resistencia francesa, uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y si quienes han escrito Reacciona son personas de indudable talla intelectual, entonces resulta imposible llevarles la contraria o matizar sus opiniones sin parecer un mercenario del sistema.

Et pourtant... La indignación es una virtud cívica necesaria pero insuficiente. Lo siento por estos autores pero yo veo las cosas de otra manera y el problema fundamental en otro sitio. De entrada, no nos sobra indignación sino todo lo contrario. Indignación la hay en todas partes; basta hacer un poco de zapping y uno se encuentra, sobre todo, gente indignada (preferentemente en los canales de la extrema derecha). Indignados están, por ejemplo, los que creen que el Estado de bienestar disminuye pero también los que consideran que está yendo demasiado lejos, los que piensan que ya hay demasiados extranjeros, los fanáticos de todo tipo, aquellos cuyo miedo ha sido agitado por quienes aspiran a gestionarlo.
Nuestras sociedades están llenas de gente que está "en contra" y escasean los que están "a favor" de algo concreto e identificable. El problema es cómo nos enfrentamos al hecho de que lo que moviliza son energías negativas de indignación, afectación y victimización. Es lo que Pierre Rosanvallon ha denominado como "era de la política negativa", en la que quienes rechazan no lo hacen a la manera de los antiguos rebeldes o disidentes, ya que su actitud no diseña ningún horizonte deseable, ningún programa de acción. En este panorama, el problema es cómo distinguir la cólera regresiva de la indignación justa y poner esta última al servicio de movimientos con eficacia transformadora.

¿Y si el público que escucha con agrado esas imprecaciones no fuera la solución sino parte del problema? Pedir a la gente que se indigne equivale a darles la razón para que continúen como hasta ahora, viviendo en una mezcla de conformismo e indignación improductiva. Lo revolucionario sería romper eficazmente con el populismo, con esa inmediatez y adulación que está en el origen de nuestras peores regresiones. Y este tipo de llamamientos sigue ofreciendo explicaciones simples para problemas complejos. La indignación deja de ser en exabrupto inofensivo e ineficaz a la hora de modificar los hechos intolerables que la suscitan cuando incluye además algún análisis razonable de por qué pasa lo que pasa, si identifica bien los problemas en vez de contentarse con haber encontrado a los culpables, si propone algún horizonte de acción.

¿Y si la indignación actuara en beneficio de quienes están satisfechos o incluso son responsables del estado de cosas contra las que nos indignamos? Puede ser que esas explosiones de airada protesta sean menos transformadoras de la realidad que el trabajo sostenido en el tiempo para formular buenos análisis y esforzarse pacientemente por introducir algunas mejoras. Se podría hablar de una función conservadora de la indignación que estabiliza los sistemas como lo hacen las válvulas de escape o las canas al aire, tan funcionales a la hora de dejar las cosas como están. Ese algo más que necesitamos para transitar hacia un mundo mejor no es una mayor exageración dramática de nuestro descontento; es, de entrada, una buena teoría que nos permita comprender lo que está pasando en el mundo sin caer en la cómoda tentación de escamotear su complejidad. Solo a partir de entonces pueden formularse programas, proyectos o liderazgos que permitan un tipo de intervención social eficaz, coherente y capaz de resultar atractiva para una mayoría que no esté formada solo por gente cabreada.


¡Indignaos! Stéphane Hessel. Traducción de Telmo Moreno Lanaspa. Destino. Madrid, 2011. 64 páginas. 4,75 euros.
Reacciona. Varios autores. Aguilar. Madrid, 2011. 176 páginas. 9,02 euros.
Daniel Innerarity (Bilbao, 1959) es catedrático de Filosofía Política y Social, investigador Ikerbasque en la Universidad del País Vasco y director del Instituto de Gobernanza Democrática (www.globernance.com). Es autor, entre otros libros, de El futuro y sus enemigos: una defensa de la esperanza política y La renovación liberal de la socialdemocracia.

jueves, 19 de mayo de 2011

LORCA: ALGUNOS MOTIVOS PARA LA ALEGRÍA


Lo más dramático no ha pasado. Desgraciadamente. En mi barrio, en el barrio de La Viña, a apenas poco más de cien metros de mi propia vivienda, hay decenas de vecinos con el alma entrecogida. 

Es terrible pensar que toda tu vida vaya a quedar hecha escombros. 

A día de hoy, ya son muchos los vecinos que no tienen que pensarlo. Ya ven los escombros esparcidos en el suelo. Mientras, otros tantos, comprueban cómo esa amenaza fatídica se va haciendo real y, maliciosamente, más cercana.

Ayer hizo una semana de los dos terremotos que han convertido Lorca en una ciudad bombardeada desde abajo. En una ciudad fantasma de cuerpos paseantes y almas ausentes. Lorca es una ciudad triste entre "graffittis" de colores verdes, amarillos, rojos y negros (¡¡ menudo sarcasmo !!).

Mientras tanto, mi padre se recupera de la intervención del pasado lunes. El marcapasos funciona bien, y parece que no hay daños mayores. Espero que en unos días pueda levantarse. 

PD: La imagen la he tomado de aquí