lunes, 13 de septiembre de 2010

Sólo hay corruptos de izquierdas, por Luís Solana

Sólo hay corruptos de izquierdas


Por Luís Solana. Publicado el 11 de septiembre de 2010, en su blog "Debate tras la línea roja" y en ElPlural.com

Si te sientes identificado con alguna idea de izquierdas, si eres progresista o lo quieres ser, si eres solidario con los desfavorecidos, si andas preocupado con el medio ambiente y cosas así, tienes que tener algunos conceptos claros: si adoptas ideas de progreso no puedes tener la menor tentación de que te compre nadie. Si eres de izquierdas no puedes corromperte. Un corrupto de derechas tiene pase, pero un corrupto de izquierdas está muerto antes de empezar. Al final, lo que ocurre es que los ciudadanos sólo encuentran corruptos de izquierdas, de derechas hay empresarios y cosas así.
He tenido el honor de ser durante un tiempo miembro de la dirección de la CEOE. Conozco a empresarios de primera categoría. Conozco a gentes que se juegan su dinero para crear riqueza y empleo. Pero nunca entenderé por qué la CEOE no se convierte en abanderado de la honestidad y la limpieza en contratos y adjudicaciones. En EEUU eso pasa.
Comprendo que los dirigentes de la CEOE estén bloqueados porque no paran de salir casos de empresarios golfos. ¿Puede el señor Díaz Ferrán condenar éticamente a los empresarios valencianos que nos anuncian cada día que “pringaron” a políticos para hacer negocios? No puede. ¿No puede porque él ha comprado adjudicatarios? Pues puedo defender que no, pero que la patronal de los empresarios honestos sea presidida por Díaz Ferrán, es complicado de aceptar.
No sabéis lo que me duele que la CEOE, el Gobierno y el PSOE sean incapaces de explicar a la sociedad que la corrupción de derechas se tolera pero la de izquierdas es intolerable.
Lo de la Comunidad valenciana es un aviso: medio PP está implicado en negocios rentables para quien decide políticamente. Un corrupto, para simplificar. ¿Y qué pasa? pues nada si es del PP.
Un socialista valenciano se ha descubierto que ha conseguido algún favor empresarial: el PSOE valenciano lo ha cesado en el acto.
¡Pobre socialista corrupto!, no sabe que para ser corrupto hay que ser del PP.
Valencia, toda la Comunidad valenciana, es un entramado de empresarios y políticos que quieren ganar dinero. Normal, en una cierta ética. Los empresarios y los políticos populares encuentran normal que si se tiene poder, se trabaja por los ciudadanos y se cuenta con el apoyo de empresarios ingeniosos, lo lógico es que el beneficio de los empresarios se reparta con los políticos.
La Comunidad valenciana está consolidando una idea de solidaridad político-empresarial que podría crear escuela.
Un socialista valenciano se ha creído que este modelo vale para todos: es de Alicante y está cesado de militancia. Os lo digo claramente: este socialista es gilipollas. Para ser corrupto en Valencia o se es del PP o se es gilipollas. Si eres del PP tendrás todas las garantías de repartir el negocio empresarial con la nómina política, si eres del PSOE y quieres copiarles no sólo eres un corrupto, eres también un delincuente potencial.
Vamos a ver si tenemos ideas claras: si eres político y quieres corromperte (Dios no lo quiera)  tienes que ser del PP.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Sigamos siendo socialdemócratas

Sigamos siendo socialdemócratas


Por Luís Solana. Publicado el 7 de septiembre de 2010, en su blog Debate tras la línea roja, y en ElPlural.com

Casi todos los socialdemócratas españoles están de acuerdo en que hay que redefinir el papel, las ideas y los mensajes de una ideología que ha cumplido un papel fundamental en la Historia: el socialismo.  En el mundo entero el debate está abierto, crea dudas, esperanzas y también frustraciones. He dicho que es un debate en el mundo, pero no es exacto: es un debate del mundo desarrollado. En la India, en China, en Brasil o en Indonesia, la socialdemocracia es un sueño, no un problema. Aquí mismo, en este blog (que tiene los lectores que tiene), suelen aparecer críticas al socialismo español y al socialismo del gobierno Zapatero, procedentes de amigos progresistas. Es normal, pero es un error.
Las esencias socialdemócratas de protección al más débil, no han cambiado con Zapatero, lo que ha cambiado es la idea de que hay dinero para todo. Ocurre que hay escasez de recursos y hay que fijar prioridades. Durísimo ejercicio que Zapatero ha llevado adelante con valor y (lo reconozco) ha explicado con poco aliento.
Porque hemos tenido tiempos de riqueza sorprendente y nadie se dio cuenta (nos dimos cuenta) de que esa situación no era permanente. Porque hemos tenido años de excedentes presupuestarios y nadie se dió cuenta (nos dimos cuenta) de que el dinero hay años que sobra y años que falta. En España todos ricos y medio ricos somos todos unos novatos en eso de la riqueza: somos unos nuevos ricos.
En Dinamarca, país con mucha más riqueza y más antigua que España, las carreteras son peores que las españolas pero el sistema social está aguantando la crisis. A eso quiero llegar.
Igual, cuando hay dinero en el Estado, es mejor hacer menos AVEs y más escuelas o más hospitales o más fondo social de inversiones. El susto que hemos (estamos) pasando terminará y la economía irá poco a poco a mejor. Pero conviene que nadie se olvide que de esta crisis salimos más lejos de la riqueza y con más dificultades para atender los problemas sociales.
El momento es estelar para la derecha liberal: hay recursos escasos y el mercado es el mejor distribuidor de esos dineros; el Estado no vale. Va a ser la batalla de los próximos años y en la que pido a cualquier socialdemócrata que lo sepa rebatir.
Pero también es tiempo de reflexión para los socialistas: ¿qué hacemos cuando los recursos son escasos? ¿qué hacemos si no podemos llegar a atender a todos los desfavorecidos? Pues hay que saber explicarlo a los ciudadanos: no hay dinero para todas las prestaciones acordadas.
Que los sindicatos vayan a una huelga no cambia las cosas, las confirma: duelen los recortes sociales, pero ningún sindicato explica de dónde se podrían sacarse las cifras que faltan en el Presupuesto.
Ser socialista es complicado hoy en España, pero conviene no olvidar que gracias al socialismo hemos avanzado en temas sociales hasta hoy y que sólo el socialismo podrá reemprender ese camino de equidad tan pronto como  podamos respirar desde el ahogo económico que sufrimos.
Todos los socialdemócratas debemos mirar hacia el futuro. Un progresista hoy, en un país desarrollado como España, no puede sufrir el síndrome de la mujer de Lot, aquella que decidió mirar hacia atrás y se convirtió en estatua de sal.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Guerra, el eslabón perdido

Guerra, el eslabón perdido

Por Carlos Carnicero
Publicado en ElPlural.com, 06/09/2010

En toda cadena genética de evolución existen eslabones perdidos que remontan a los orígenes: encontrarlos, valorarlos y obtener utilidad de ellos es un síntoma de inteligencia que permite mutaciones teniendo en cuenta los orígenes. Naturalmente es una forma retórica para indicar que no se pueden hacer saltos en el vacío para proseguir una cadena de mejora, sin tener en cuenta los cimientos que han hecho posible llegar hasta el estadio que hace vigente la existencia.

Todos los años, el mitin de la UGT de Rodiezmo (León) es el punto de partida del curso político para el PSOE y para la hermana organización sindical. En los años de la era Zapatero, era además la demostración de la unidad de acción y entendimiento con la organización sindical desde el Gobierno, hasta el punto en que hasta la ruptura de la política económica, se decía, a medio camino de la ironía y la realizad, que Cándido Méndez era en realidad el ministro económico de Zapatero. De eso no queda nada: este año José Luis Rodríguez Zapatero no ha podido acudir a una cita en la que sabía que había sido declarado persona non grata. 

Hay por medio una huelga general que es lo que siempre más ha temido el presidente del Gobierno. Los giros, supuestamente obligados por los mercados, en la política socioeconómica del Gobierno no han tenido siquiera matices o guiños socialdemócratas para indicar la transitoriedad de los cambios y el reparto de las cargas entre las distintas clases sociales. 

Este año ha sido Alfonso Guerra quien ha salvado los muebles del PSOE en la cita sindical. Con la habilidad que le caracteriza, ha centrado sus críticas en Mariano Rajoy y en el PP y ha mantenido las formas con unas decisiones políticas del Gobierno con las que seguro que no comulga pero a las que no podía desacreditar. 

La historia ha demostrado el error de partida de la elección de colaboradores directos del presidente del Gobierno: la supuesta exaltación de la juventud como un valor absoluto, independiente de la preparación de los protagonistas y de su capacidad para la evolución política, ha marcado una brecha, un cortafuegos en la larga y prolija historia del PSOE. 

La generación de Felipe González no tiene apenas supervivientes y los que hay lo son por su capacidad para flotar en todas las aguas –como es el caso de Alfredo Pérez Rubalcaba- o por una trayectoria apoyada en un poder territorial como la de Manuel Chaves.
 

La forma caprichosa y arbitraria en la que Zapatero se ha apoyado para buscar siempre subordinados que sean dúctiles ha tenido un final de camino en casi diez puntos de diferencia en intención de votos con el PP y en una perspectiva de perder el poder en la mayoría de las comunidades autónomas donde gobierna y en todas las capitales de provincia. Y desde luego con todos los pronósticos para salir de La Moncloa a pesar de la peste de corrupción que debiera inhabilitar al PP. 

El alma socialdemócrata del PSOE es lo que le hace diferente y atractivo para un centro izquierda que tiene que ser pilar fundamental de sus perspectivas electorales. Si esa esencia se pierde, como ha ocurrido, la travesía del desierto será larga y penosa. 

Este es un mensaje sutil no apto para incondicionales: para nada se trata de reivindicar que cualquier pasado, por el hecho de serlo, es mejor: la identidad de cualquier organización humana se consigue conciliando renovación y persistencia; de esa mixtificación nace una capacidad de adaptación a los tiempos, de conducción de los cambios y de ejecución de los relevos. Y la edad es un factor más pero no una manera de descartar a quien se siente como competencia por la propia inseguridad. 

No ha sido así en el PSOE, sin duda que hay gente joven de extraordinaria capacidad y otros muchos que todavía no dan la talla más que en su capacidad de obedecer. La lista de errores en la elección o designación de Zapatero e sustantiva. Este año, Alfonso Guerra ha actuado de bombero en Rodiezmo; pero no se trata sólo de apagar un fuego sino de una enorme repoblación forestal que permitirá al PSOE tener un futuro claro. Habrá que ver en futuras remodelaciones del Gobierno si la presencia de Guerra en Rodiezmo es una excepción o esa generación todavía puede echar una mano a este socialismo en decadencia. 

Carlos Carnicero es periodista y analista político 
Blog de Carlos Carnicero: http://www.ccarnicero.com