domingo, 27 de febrero de 2011

No por repetido deja de indignarme


No por repetido deja de indignarme. Y eso que ya hace tiempo que me dejé por el camino gran parte de la ingenuidad propia de quien se aproxima a un partido político con el objetivo de cambiar la sociedad.

Cada vez que hay una Asamblea Local, Comité Regional o Federal para "elegir listas", me repugna comprobar que con días de antelación se ha "filtrado" a la prensa "lo que debería surgir de la deliberación democrática" del órgano correspondiente, que para eso se convoca.

Ese ejercicio de "estrategia" de ¿márketing? o para debilitar los ya de por sí débiles "sectores críticos" con nuestros dirigentes orgánicos cuenta habitualmente con la complacencia y complicidad fáctica de unos asistentes devenidos en simples  palmeros.

La ausencia o inexistencia de representantes activos-críticos-políticos es lo que lleva a nuestras organizaciones a la parálisis, a la ineficacia y a una cada vez más palpable invisibilidad electoral.

Mañana lunes está convocado el Comité Regional del Partido Socialista en la Región de Murcia (PSRM-PSOE). Yo me pregunto, ¿PARA QUÉ?

martes, 15 de febrero de 2011

Sur-Norte: rebeliones extrapolables


Por Carlos Carnicero

En elPeriódico.com  - Martes, 15 de febrero del 2011

El mundo árabe se ha cansado de ser el muro de contención del islamismo radical a costa de la libertad de sus ciudadanos. El discurso de Obama en El Cairo en el 2009 prendió una llama que ha terminado por activar el detonador. Fue tan sencillo como reconocer que islam y democracia no deben ser términos contradictorios, sino complementarios. Hoy, esa afirmación empieza a ser una realidad ante la ausencia vergonzosa de la Unión Europea, que ha abdicado de cualquier iniciativa internacional. Europa es una asamblea de contables en la que a la cancillera alemana solo le importa que le cuadren los balances.
Existe un mundo tenebroso al que los periodistas raramente podemos acceder: los servicios de inteligencia, las maniobras de los jefes militares, algo subrepticio como los «intereses geoestratégicos». Son temas mayores: la CIA, el Mossad, los servicios de inteligencia de Egipto. Todas las revoluciones, por definición, incumplen las expectativas de quienes las promueven. Ahora hay que calcular lo que se puede ganar y perder si los sueños de los jóvenes egipcios caen en saco roto.
No depende solo de ellos, ni siquiera de los militares; hay muchos intereses en juego y casi todos son contradictorios: Israel teme una democracia en Egipto y el contagio de un mundo árabe con parámetros homologables de modernidad y democracia. El mejor aliado de Israel, además de EEUU, es el islamismo radical que justifica sus barbaries. Obama no será eterno. Y la UE ha colgado el cartel de Vacaciones indefinidas. Ni Zapatero ha tenido un momento de lucidez para aludir a la Alianza de Civilizaciones: forma parte de un pasado lejano, de otro Zapatero que ya no existe.
La única pregunta que queda sin responder es si por una vez las revueltas y las rebeldías del Sur pueden caminar hacia el Norte. Porque no podemos olvidar que los electores del PP y del PSOE no pueden soportar a sus respectivos líderes. Lo dice el CIS. Y la desafección es un camino cuyo final se desconoce.