domingo, 10 de noviembre de 2013

MÍ DIAGNÓSTICO: FALTA DE CORAJE.

FALTA DE CORAJE.
Ojalá me equivoque, pero el escepticismo es lo que tiene. Parece demasiado evidente. La prioridad de los actuales dirigentes del PSOE, es solucionar la falta de liderazgo, orgánico y social. Creen que esa es la causa que les tiene esclerotizados en las encuestas de intención de voto. Necesitan “que la gente vea líder a su líder". Vale, también actualizar las propuestas y el programa. ¡Pues, claro! Pero, sobre todo, en mi opinión, atreverse a ser fiel a los propios principios en cada una de sus decisiones y acciones. Todos. En todos sitios.
¿Liderazgo? ¿Conferencia Política? Los actos políticos son ante todo apariencia. Comunicación. De ahí estos eventos para ganar presencia mediática. Su diseño es parecido al de un programa de televisión. Son ejercicios de fomento de liderazgo. Ya veremos. A veces se confunde "hacer emerger un líder", con hacer emerger “al que debería ser el líder –y, sin embargo-, no termina de chutar”. Mal diagnóstico, y mala terapia.
Esta prioridad -la de solucionar la falta de liderazgo- parece compartida por los que pretenden apuntalar contra-natura a quien les mantiene en su legítimo actual cargo/estatus, y también por los que creen necesario un "sorpaso" que devuelva el impulso y las iniciativas a un partido excesivamente tocado por su falta de credibilidad, e incapacidad o ineficacia en la reacción, que una amplia mayoría espera y necesita.
En mi opinión, más allá de fastos de "empoderamiento" de presuntos líderes a los que se les pasó el arroz, lo que debería ser el mensaje central del PSOE hoy, es el CORAJE.
Coraje para transmitir un "mea culpa" absolutamente convincente. Coraje para un "hemos tomado nota, y por eso hemos hecho estos cambios en profundidad" (incluyendo explícitamente el relegar a "estas y a aquellas personas/personajes" a puestos secundarios, terciarios... o a su casa). Coraje para reivindicar los avances realizados en los distintos gobiernos socialistas, también durante la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero. Coraje para afrontar con valentía, la necesidad y vigencia de los principios del socialismo democrático. Coraje para desmontar algunas falacias sobre la "supuesta buena gestión económica de la derecha". Coraje para remarcar su crueldad, arrogancia, corrupción y autoritarismo, respecto a decisiones dañinas para los ciudadanos menos favorecidos. Coraje, en fin, para coger el toro por los cuernos. Sí, precisamente, por donde desean los millones de personas que lo están pasando mal. Precisamente lo que desea la base social del voto socialista. Porque no es tolerable esa percepción de falta de empatía, y ese alejamiento de los más afectados por esta crisis. Porque no es tolerable y, además, es impúdico e inmoral, que los que la generaron, se sigan enriqueciendo, se vayan de rositas y hasta se cachondeen, anunciando un día sí y otro también, propuestas desenfrenadas y desafiantes de recortes y retrocesos históricos, en materia laboral y de protección social. No es tolerable el descaro en tiempos de crisis. 
Ejemplos hay a cientos, y los ciudadanos tienen reciente, no sólo las caras de los irresponsables responsables de tales decisiones, sino que además las heridas están abiertas. Muchas, siguen sangrando, mientras estos malnacidos nos continúan hurgando cruel e impunemente en ellas.
Ojalá me equivoque y no se quede todo en palabras. Hoy, es más necesario que nunca un verdadero y real giro a la izquierda del PSOE, sí.

¡Qué pena que el coraje sea tan poco habitual en aquellos que tienen algo que perder!