martes, 8 de marzo de 2011

Recuperación económica: y si están todos equivocados. (II) ¿Hasta donde aguantará esta sociedad el incremento de la injusticia?

07 mar 2011Carlos Carnicero, en su Bitácora para náufragos de la izquierda



Hay un silencio espeso en la sociedad. Es el silencio profundo del miedo. El miedo también tiene un olor especial. Pero la espesura del silencio y el olor del miedo tienen sus propios parámetros imposibles: allí donde estallará la rebeldía. El miedo paraliza hasta que ya no se tiene nada que perder. Tenemos todos miedos mientras sabemos que nuestra situación puede empeorar. Tenemos miedo a perder trabajo; tenemos miedo a no encontrarlo, cuando ya lo hemos perdido; tenemos miedo a que se acabe la cobertura de desempleo. Tenemos miedo a no poder pagar la hipoteca, tenemos miedo a que además de que nos quiten la propiedad, tengamos que seguir pagando por lo que ya no tenemos. Y por eso hay tantas personas que están calladas ante obscenidades que en otra época no se hubieran tolerado.

Los partidos viven fuera del mundo. Sus élites deciden al margen de la voluntad de los ciudadanos porque no existen mecanismos de control de sus decisiones políticas. El PSOE está perdido, obligado a desdecirse de su propia historia, de su trayectoria y de sus promesas. Atado por unas cuerdas invisibles que le impiden, inexplicablemente, aumentar la fiscalidad de los poderosos, negociar con decisión con la Unión Europea una ampliación de plazos para las ajustes de un país que ya está en más del veintiuno por ciento del paro de su población activa.


¿Por qué no se atreve el PSOE a modificar la ley hipotecaria? ¿Por qué no se atreve a quitar el suelo a las hipotecas? ¿Por qué no se atreve a forzar la negociación de los bancos y cajas de ahorro con quienes están perdiendo su casa y los ahorros de toda su vida?


¿Por qué no se atreve el PSOE a hacer una condena ética y fiscal de los súper sueldos, bonus y planes de pensiones de los grandes ejecutivos, que al mismo tiempo que no disminuyen su tren de vida despiden masivamente y predican un despido más barato de los que están por debajo de ellos y que por fin han conseguido?


¿Por qué da la impresión a tanta gente de que el presidente Zapatero ha aceptado hacer el trabajo sucio de la derecha, recortando derechos y servicios a la población, cuando las encuestas ya le dan más de quince puntos de desventaja debajo del Partido Popular que va a llegar al poder sin despeinarse?


Los periódicos suelen hablar poco de las desigualdades. Los sueldos de los presidentes de Repsol y de Iberdrola superan los ocho millones de euros ( casi mil quinientos millones de las antiguas pesetas), pero siguen siendo unos magníficos anunciantes y sponsors de los periódicos y de las televisiones. La media de los sueldos de los ejecutivos de las empresas que cotizan en el IBEX superan el millón de euros: ¿La crisis no les ha llegado a ellos, y sin embargo tienen fuerza moral para sentenciar lo que tienen que hacer los demás españoles para que España sea competitiva en Europa. Dan lecciones de eficacia y tratan de señalar caminos que ellos jamás estarán dispuestos a recorrer.


Las diferencias de renta se están haciendo insoportables. Haber superado en más del cuarenta por ciento el paro juvenil significa, además, que los sesenta jóvenes que trabajan de cada cien lo están haciendo cada vez con peores sueldos y con expectativas más aciagas. Pero tienen miedo de perder su trabajo aunque sea precario. Y aceptan las condiciones que se les imponen. ¿Para que le sirve a esta generación de jóvenes ser los mejores preparados de la historia?


¿Cual es la perspectiva de un parado entre cuarenta y cincuenta años? ¿No suena a sarcasmo que estemos en una tasa insoportable de paro juvenil y de paro en las edades adultas y estemos ampliando la edad de jubilación?
Es cierto que las reformas económicas necesitan tiempo para generar resultados. Pero, ¿los despidos masivos que se anuncian en este año y que se van a acoger a las nuevas indemnizaciones de la reforma laboral, no están sirviendo para que muchos empresarios aligeren sus plantillas de salarios medios para incorporar puro y duro mileurismo?


La rebeldía es el último reducto del miedo cuando se acaba la mínima esperanza; y entonces se convierte en terror. Cuando sucede esto, los cauces que no han servido para que la sociedad discurra por la senda que le había indicado la historia, la senda del progreso, se desbordan y las avalanchas del descontento toman las bastillas que no pueden resistir la indignación.
Las recetas neoliberales y de la ortodoxia capitalista se están aplicando sin castigar a quienes generaron la crisis. Sorprendentemente, los responsables políticos han aceptado los dictámenes de los mercados en la misma dirección de las decisiones que originaron el caos. Ni un atisbo de rebeldía para que la política recuperase el protagonismo perdido en una globalización económica que no ha tenido su corolario en la política. La soberanía política se ha diluido en las decisiones de los banqueros.


Es cierto que el PP en el poder, con la mitad del trabajo del derrumbe del estado del bienestar hecho por el PSOE, desde el obsceno silencio y la obstrucción que está practicando, será implacable con los humildes. ¿Pero quien le manda al PSOE hacerle el trabajo a la derecha en vez de predicar la rebeldía para la recuperación de la política? El PSOE ni siquiera se atreve a hacer un vaticinio de lo que hay a la salida de este túnel. Se limita a obedecer el dictado de los mercados como si Pablo Iglesias e Indalecio Prieto hubieran sido sólo un accidente de su historia.



PD.: La imagen la he encontrado aquí.


1 comentario:

gaby - casas en venta dijo...

bueno yo creo que la sociedad tiene paciencia pero cuando se meten con su dinero no tanto jeje...