Valcárcel no bate récord,… o sí?

Este fin de semana Usain Bolt, Michael Phels, Nadal, y otros se esforzaban y batían récord en Pekín. El mismo domingo, podíamos leer en el diario “la verdad”, un artículo en el que se intentaba explicar cómo el todavía presidente autonómico, señor Valcárcel, “entiende, porque conoce la naturaleza humana, que puedan excederse en un momento dado (algunos compañeros de partido con cargos relevantes –alcaldes, concejales, directores generales, consejeros,…-), en un intento de ayudar a un vecino”. El entrecomillado es, según el artículo, trascripción literal de un estrecho colaborador del presidente, presente en el momento de los hechos, a principios del mes de junio.

Esa comprensión con el exceso, se refiere, en este caso concreto a ese alcalde de una querida localidad cercana al que cuatro mil personas fueron a rezarle y cantarle villancicos, e iluminarle con cientos o miles de velas, en la nochebuena pasada. ¿Al portal de Belén? No. A la cárcel de Santomera. Exacto, al señor Martínez Andreo, más conocido desde entonces, como “el santo”.

O sea, ¿podemos extraer de las palabras de ese “estrecho colaborador del presidente”, al que se refiere el autor del artículo, que al presidente de la región de Murcia se la trae al fresco, que al “santo de Totana”, se le imputen, además de cohecho, los delitos de malversación de bienes públicos, pasando por tráfico de influencias, falsedad documental, prevaricación, omisión del deber de perseguir delitos, violación de correspondencia y fraude?. De ser así, entenderíamos muchas cosas sobre la forma de gobernar del Partido Popular en esta región.

Pudiera parecer, leyendo el mencionado artículo en “la verdad”, que el señor Presidente de nuestra comunidad autónoma se estuviera enterando ese día -6 de junio, pasado-, de que al “santo popular” se le imputasen además, el delito de “cohecho”. Es decir, “delito consistente en sobornar a un juez o a un funcionario en el ejercicio de sus funciones, o en la aceptación del soborno por parte de aquellos”. Según parece, el excelentísimo señor Presidente, exclamó ante los presentes: «A ese tío hay que echarlo». ¿A quién? Al “Santo”. Vaya.

Prosigue, el “estrecho colaborador del presidente”, diciendo: “Por lo que no pasa (el presidente murciano), de ninguna de las maneras, es por que alguien haya tratado de utilizar su cargo para enriquecerse. Cuando llega a la convicción de que eso ha ocurrido, es inflexible». ¿Quién? Valcárcel. ¿Valcárcel? Ah, pues,… no sé yo, eh? ¿Creen, acaso, que los murcianos no sabemos el pestilente tufo que tienen en el PP, y sus numerosas causas judiciales relacionadas con la corrupción? ¿Hasta qué punto confían en tener a la opinión pública anestesiada?

¿Inflexible? Nos preguntamos extrañados miles de murcianos. ¿Inflexible con la corrupción en su partido? ¿Cómo pueden tener el rostro tan grande como para pretender vendernos en los medios de comunicación -en pleno mes de agosto- que su actitud, ante la abundante corrupción de muchos de sus cargos, es categórica, enérgica, implacable, inflexible?

¿A ver si lo van a ser de verdad, y no nos hemos enterado?. ¿Y, si lo que en verdad son, estos señores del PP regional, es lentos, muy lentos?. Y es que si Usain Bolt, el jamaicano que ha batido el récord del mundo de los 100 ml, en Pekín, ha deslumbrado al mundo al entrar prácticamente parado a la meta, el señor Valcárcel sigue asombrando aún más al ser “inflexible” con la corrupción en su partido permaneciendo "parado" y no adoptando ninguna medida al respecto. Y es que, por ejemplo, muy pronto hará diez meses que metieron en la cárcel “al santo”, y que el exalcalde de Totana, y diputado del PP, señor Morales, se jacta con su inmunidad, fruto de haber ido en las listas peperas.

¿Y el señor Presidente?,... Lento, muy lento. Parado.
¿Creéis que finalmente el señor Valcárcel llegará alguna vez a la meta? Y, de batir algún récord, ¿en qué modalidad será?