viernes, 23 de abril de 2010

«La cuenca del Segura es el grano de España. Si no existiera, todos serían felices y se podrían llevar su río»

«La cuenca del Segura es el grano de España. Si no existiera, todos serían felices y se podrían llevar su río»

José Salvador Fuentes Zorita. Ex presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura

23.04.10 - Laverdad.es - MANUEL BUITRAGO | MURCIA. 
Bastante mejorado físicamente después de seis años bregando con la cuenca hidrográfica más complicada de Europa, José Salvador Fuentes Zorita no para de recibir muestras de apoyo y agradecimiento desde que el BOE anunció su cese como presidente de la Confederación. Con el mismo ánimo y enjundia de siempre, disfruta de esa salida por la puerta grande mientras mantiene las alarmas encendidas porque cree que el Trasvase Tajo-Segura sigue en grave peligro a pesar de anunciada retirada del Estatuto de Castilla-La Mancha. Augura un empeoramiento de las relaciones con Barreda. Cree que el plan trasvasista de José Borrell era mejor que el PHN del PP. No se ve para nada como cartel electoral del PSRM-PSOE e inicia una nueva etapa profesional. Ha dejado pasar unos días para recargar las pilas y ahora se sincera en esta entrevista.
-¿A qué se va a dedicar?
-He pedido al reingreso en la Dirección de Carreteras. Trataré de seguir siendo útil a la Región.
-¿Y también va a seguir siendo útil al PSRM en lo que le pida? ¿Cómo se ubica ahora dentro del partido? ¿Va a liderar la candidatura regional del PSOE?
-No me postulo para encabezar ninguna lista ni nada por el estilo. Jamás en mi vida lo he hecho y no lo haré ahora. Ni siquiera esa cosa manida de que 'mi partido decidirá en su momento'. No. Estoy a unas alturas de la vida en que estas cosas se ven de otra manera. Con otra serenidad. Seguiré colaborando, pero desde otra perspectiva.
-Es difícil verle a usted fuera de la actividad política.
-Porque es una imagen que yo he dado. La única vez en la que he estado dedicado a la política fueron mis cinco años de concejal. Siempre he sido un profesional cercano a mi carrera de ingeniero de caminos. He sido un gestor, pero con un profundo compromiso con mi partido y mi tierra. Cuando he estado en un cargo público lo he hecho con fidelidad a mis ideas y a mi gente.
-¿Sus ideas socialistas le han obnubilado alguna vez a la hora de tomar decisiones en estos seis años al frente de la Confederación?
-Tengo la enorme satisfacción de la cantidad de llamadas que he recibido de mis adversarios políticos del PP para darme las gracias por todo lo que hemos hecho en sus municipios, a pesar de ser de color político distinto.
-Y respecto al Trasvase del Ebro, ¿le ha influenciado su color político a la hora de decir 'sí' a un trasvase y 'no' a otro?
- En Aragón fue interpretado como un castigo por haber desbancado del Gobierno al PP. Era una fórmula novedosa respecto al Plan Borrell, que resultaba más equilibrado porque trataba de poner en juego todos los recursos del país. El PSOE entendió y yo también -no porque recibiera órdenes- que al margen de innegables dificultades económicas, técnicas y medioambientales había una dificultad social porque las gentes de aquellas tierras no pensaban tolerar pacíficamente que de allí saliera una gota de agua. Creía que el Programa Agua, con todos sus defectos, podía aportar soluciones inmediatas al déficit de esta tierra. La sequía se ha encargado de demostrar que era así.
-Pero no era la alternativa esperada. No era la 'Tierra Prometida'.
-En ese caso tenemos que dar pábulo a todas esas declaraciones que hemos ido conocimiento a cuentagotas de responsables del PP de que el Trasvase de Ebro no era para cubrir el déficit del Segura sino para sustituir al Tajo-Segura mediante un acuerdo secreto, por lo visto, entre Bono y Aznar. Yo no estaba presente y no puedo dar pábulo a ese planteamiento que se repitió después, sino entender la explicación oficial de que el Trasvase de Ebro es una fórmula y el Programa Agua otra. Uno y otro tienen ventajas e inconvenientes. Sigo pensando que el Programa Agua tenía un balance más positivo. Seamos justos. Es verdad que no ha conseguido todos sus objetivos y que queda un tema muy importante por resolver con las tarifas, cómo se recuperan los costes de las desaladoras... ¿Pero es que alguien pensaba que el agua del Ebro era gratis?
-¿Cuándo cree que se levantará la losa del agua que pesa sobre el PSOE de Murcia?
-Hay que ser consecuentes y mantener con firmeza lo que creemos, porque al final los hechos mandan... Lo del Ebro era un engaño porque no se iba a hacer en la vida. Aznar sembró España de primeras piedras, pero ninguna en la cuenca del Ebro.
-¿El PSOE murciano ha cumplido la pena en las urnas o le queda aún travesía del desierto?
-Veo síntomas positivos. El PSRM lleva bastante tiempo levantando la voz con un discurso propio. Pedro Saura fue el primero que dijo que la verdadera batalla era la del Tajo-Segura, que es la realidad de la que vivimos, y no la del Ebro. Hay que perseverar en el discurso porque no es fácil desmontar un imaginario social que se ha consolidado a lo largo de los años.
-¿Le apetecía dejar el puesto?
-Creo que he cumplido un trabajo. Ha sido la etapa más larga de mi vida en un mismo puesto. Si se hace balance de cómo estaba la Confederación y la cuenca cuando llegué en mayo del 2004 y cómo está ahora, hay un trabajo que ha sido reconocido en general.
-Si tan bien lo estaba haciendo, y si ha recibido tantos reconocimientos, ¿por qué el Ministerio ha prescindido de usted?
-Está muy claro. La cuenca del Segura es, digamos, el grano que tiene España desde el punto de vista hidrológico. Si no existiera, todos serían felices. Cada uno se podría llevar su río y nadie estaría hablando de la necesidad de una política hidráulica nacional.
-¿Ha cometido el Ministerio un error con usted?
-Eso no lo puedo valorar. Sólo puedo estar orgulloso de la valoración que ha hecho el Ministerio de mi trabajo, porque pocas semanas antes nos propusieron como cuenca piloto de la UE para elaborar la Directiva marco para la lucha contra la sequía. Más reconocimiento que ese... Lo que pasa es que...
-¿Usted no sintonizaba en este equipo? No existía la misma relación que con Cristina Narbona.
-Hay cosas evidentes. Diga las veces que ha venido aquí el actual equipo a explicar y defender la política del Gobierno y compárelo con el anterior. No digo que vengan a pelearse, por no tirar por el camino de que Narbona crispaba y no sé cuántos...
-Bueno, Cristina Narbona crispaba un poquito, ponía al personal.
-Sí, sí. Pero ya ha visto lo que pasa con los crispadores, como Valcárcel, que es un crispador nato... A los suyos los galvaniza, les da moral y salen a la calle a morder. Todo esto es un teatrillo. Lo de ayer (en la Comisión Constitucional del Congreso) era un teatro. Una escenificación para ver cómo cada uno saca lo que le interesa y cómo se lo presenta al público a través de los periodistas para salir beneficiado.
-¿Antes de su salida vio muy negro el futuro del Trasvase en el Estatuto de Castilla-La Mancha? ¿Cosas que no le gustaban nada?
-Yo sigo en guardia. Unos y otros han reconocido que había un acuerdo en el 90%. Al agua le dedicaban un capítulo, disposición y preámbulo. Hubo un momento tremendo: Si el PSOE llega a decir que 'sí' a la enmienda del PP que había avalado Valcárcel, nos hubieran hecho la pascua. Nos destroza. Aunque todo estaba escenificado, Valcárcel habría tenido graves dificultades para explicar aquí por qué apoyaba eso.
-¿Cree que ese texto del Estatuto, en el que también está el PSOE, era tan letal para la cuenca del Segura si se lleva a la práctica?
-Claro. Ojo, hasta el rabo todo es toro. He oído a la señora Cospedal decir que no da por retirado el Estatuto y trata de llegar a un acuerdo en las Cortes de Castilla-La Mancha. Algunos tendrían que recomponer la figura. Pasaron cosas raras (el miércoles en la Comisión) y estaba claro que buscaban un acuerdo que se pudo producir y se puede producir. El Trasvase corre un grave peligro. Y no sólo por el plan de la cuenca del Tajo. No hay que esperar tanto. Dentro de dos meses hay que acordar un nuevo trasvase. Ya no hay Estatuto ni estoy yo. Espero que no haya ningún problema para aplicar las reglas de explotación con más de 1.000 hectómetros en cabecera.
-¿Barreda está más tranquilo sin usted en la Confederación?
-Es probable que sí. Pero no por polémicas. Hombre, si el presidente de la cuenca del Segura no la defiende, ¿qué hace ahí? Estoy muy preocupado porque el Tajo-Segura está en peligro por la evolución natural de las cosas: las demandas son mayores y la naturaleza da bastante menos agua de lo previsto en la cabecera. Hay que actuar. ¿Quién está trabajando ahora para complementar los caudales que necesita el Segura? (El trasvase desde Extremadura). Uno de los defensores más ardientes del cambio de toma, como el señor Valcárcel, no puede creer que eso es posible sin llegar a un acuerdo con Barreda. Si ahora, con motivo del Estatuto, en vez de buscar puentes de entendimiento y un acuerdo nacional del PP y PSOE, volvemos a la confrontación porque trae muchos votos en cada territorio, el perjudicado volverá a ser la cuenca del Segura.
-¿Quiere decir que esa segunda toma, de hacerse, sería ahora más difícil con Barreda de uñas?
-Naturalmente. Si no se hace un trabajo político... Confío en que los políticos den lo mejor de sí mismos tengan altura de miras por encima de galvanizar a sus fieles. Tenemos que llevamos bien con los puntos de procedencia de los recursos que necesitamos del exterior. La unión en Murcia ha sido fundamental para ganar este primer asalto, pero no va a venir más agua. Puede llegar menos porque esto va a ser el debate principal de aquí a las elecciones de Castilla-La Mancha, y que la oposición a los sucesivos y necesarios trasvase sea más acérrima que hasta ahora. La gente de esta tierra no es consciente de que la batalla de la opinión pública nacional la tiene ganada ahora Castilla-La Mancha.
-¿Ha participado en ese 'pecado original' de la derogación del Trasvase del Ebro por las consecuencias que ha tenido para el Tajo-Segura?
-Al revés, en estos años hemos conseguido la inversión más alta en la historia de esta cuenca, y hemos superado la peor sequía sin mayores repercusiones.
-¿Se considera un mártir del Trasvase? ¿O se ha ido antes de que el Trasvase vaya a peor?
-No. Ésta mi segunda dimisión pública. Dije que antes que ser desleal a quien me ha nombrado me voy. Pero antes soy leal a mis ideas, mi tierra y mi gente. Cuando me he visto en esa disyuntiva, la situación para mí era insostenible.
-¿Espera que el PSOE y los regantes le saquen en romería durante un tiempo?
-No estoy en los puestos por el sueldo, sino por emociones y compromisos morales. ¿Cómo voy a rechazar que haya gente que me demuestre su cariño? El otro día, un taxista nos llevó a casa a mi mujer y a mí. Me dio la mano y le pregunté qué le debía. Me contestó: 'Usted no me debe nada. Me da vergüenza cobrarle. Ha sido un honor llevarle a usted en taxi'. ¿Qué hago con ese señor? Me quedé con el número y la próxima vez le pago el doble. Eso es lo que te emociona. Lo que me molesta es que esto se pretenda utilizar contra mi partido y mi Gobierno. En la medida en que pueda, contribuiré a corregir las derivas que me parezcan equivocadas.
¿Va a ser el presidente de la Confederación en la sombra?
-No. Clarísimo.
-¿Qué le parece Charo Quesada como nueva presidenta?
-Una persona estupenda. Le deseo toda la suerte del mundo. Si se confirma su nombramiento espero que todos los funcionarios la apoyen. Así se lo he pedido a ellos.
-¿Hoy sacaría usted más votos que Pedro Saura? Vuelvo a la pregunta inicial, ¿no aprovecharía el PSRM-PSOE su tirón?
-En ese juego no voy a entrar. Ya me presenté al Ayuntamiento de Murcia y agradecidísimo. Es lo último en lo que pienso ahora. Le quiero dedicar más tiempo a mi familia y a mi mujer. Yo estaba poniendo en riesgo mi propia salud por esa entrega tan obsesiva. 
 
PD.: La imagen la he tomado de aquí

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