Aznar, cada vez más sólo que la una

Aznar sigue en su línea. Ni Bush se acuerda ya de él. Por un lado, su egolatría le impide ser leal a su partido y, con María San Gil, sigue poniendo palos en el carro a quién -precisamente él-, hizo su sucesor, Mariano Rajoy. Por otro, haciendo gala de uno de sus más afamados apodos -"ese hombrecillo insufrible"-, desperdicia siempre las mejores ocasiones para callarse. No sólo utiliza tintes que podían ser considerados racistas, al considerar el triunfo de Obama como un "exotismo histórico". Se atreve a aventurar -falseando- que el mandato de Obama supondrá "un previsible desastre económico". Parece que Josemari no quiere reconocer la herencia que le deja a su sucesor, el todavía presidente Bush. Ah, no, perdón. Ya no me acordaba que la crisis era obra de Zapatero. En fin.

José María Ánsar -sí, sí, ya lo sé-, como siempre, haciendo trampas. Su arrogancia pueril le deja siempre en evidencia. Y cada vez, se está quedando más sólo que la una. Una pena, -para los "suyos"-. Pero, que siga, que siga.