lunes, 5 de enero de 2009

El Vaticano, y la Obsesión enfermiza con el sexo

Estaba claro. Y alguien tenía que denunciarlo públicamente. El sexo libidinoso y no procreativo es el responsable del deterioro del medio ambiente. Y, por añadidura de que el semen humano, con perdón, sea cada vez de peor calidad. Sí señor. Lo que pasa es que como somos -todos, bueno, casi todos-, unos viciosos, unos obscenos enfermizos y obsesionados con el sexo, no lo queríamos reconocer. Pero, una vez más, "La Sabiduría" nos ha tenido que llegar desde las mentes preclaras e impolutas del L'Osservatore Romano. Además, esto no viene sino a confirmar lo que ya adelantaba hace unas semanas el siempre tan gentil, ex presidente Aznar, alias "el ecologista": ¡Eso del Cambio Climático es un camelo de progres!

Las revistas científicas más prestigiosas han sido desenmascaradas. Sus estrictos protocolos de publicación han resultado ser todo un montaje. Todas las revistas científicas tienen en común que obligan a detallar las hipótesis, protocolos y diseños experimentales de los trabajos para que puedan ser repetidos por otros investigadores, y también el hecho de que, todas requieran que los resultados se presenten de modo claro y sintético para poder extraer de ellos ideas y conclusiones nuevas.

Pues, de eso nada. Sin necesidad de sofisticados controles, ni empíricos ni lógicos, L'Osservatore Romano, ha dado en la diana a la hora de extraer las verdades supremas relacionadas con el Cambio Climático, y la escasa fertilidad de los hombres contemporáneos. Debe ser, sin duda, cuestión de fé. Nature y Science, las hasta ahora consideradas revistas científicas más prestigiosas han quedado definitivamente desbancadas.

Según recoge Público la noticia, "la píldora ha tenido desde hace años efectos devastadores para el medio ambiente al expulsar toneladas de hormonas hacia la naturaleza", por medio de la orina de las mujeres que la toman, afirmó el autor del artículo, el presidente de la Federación internacional de asociaciones de médicos católicos, Pedro José María Simón Castellvi".

Vamos, según parece, debe ser como una nueva versión del pecado original -siempre de la mujer-, claro. No obstante, siempre hay escépticos sobre cualquier tema. Yo mismo, tengo un amigo que me dice esta tarde: "Oye Jose, ¿no te parece que la Iglesia Católica tiene una obsesión enfermiza con el sexo?" Extrañado por sus comentarios hacia la santa y madre Iglesia, le insto a explicarse.

Y añade: "no crees que con todos los problemas que hay en el mundo mundial, parece mentira que en el Vaticano siempre estén con el sexo en la cabeza. Se niegan a despenalizar a los homosexuales, condenan el condón, los cambios de sexo, la píldora, las relaciones prematrimoniales, el divorcio,... Además del enfoque siempre machista, es curioso que a menudo sean miembros de la Iglesia los que resulten implicados en distintos casos de obscenidades sexuales. Como ese arzobispo sueco, o los repetidos casos de pederastia, por poner sólo unos ejemplos", me dice.

Viéndome cara de indisposición, me insiste: "Si se movilizaran igual que hacen contra las "debilidades humanas" -una forma sutil de mi amigo de referirse al fornicio-, contra las 65 horas de trabajo semanal, contra la corrupción política y económica, contra los despropósitos perpetrados por la administración Bush, o contra el hambre, el Sida, las guerras, las explotaciones laborales, el aumento del paro, las injusticias diversas y las crueldades manifiestas, etc etc, seguro seguro que hasta yo mismo, me acercaría alguna vez por misa".

Al poco rectifica: "Bueno, alomejó m´he pasao. Si es que como el pecado es tan tentador, jejeje", me dice. Lo miro fijamente a los ojos y le digo: "Con gente como tú en la Iglesia, iría muncho más mejó la cosa, eh?". Nos reimos y nos tomamos unas cervezas. Y, es que el alcohol y la abstinencia es lo que tienen.

2 comentarios:

Fet dijo...

¿Exigirle sesudos estudios y años de experimentos y pruebas a estos señores?
¡Anda ya! ¡Si tienen a Dios currando para ellos!

supersalvajuan dijo...

A pecar se ha dicho.