domingo, 4 de octubre de 2009

Prometer la Luna es estupendo,... desde la oposición


Los dirigentes de todos los países del mundo se apremian en anunciar que "lo peor de la crisis ya ha pasado" para motivar el subjetivo -y necesario- optimismo con el que estimular -objetivamente- la economía. Por supuesto, también, con ello alejar la negra sombra de la desconfianza electoral. En todo momento, está la urgencia de establecer medidas eficaces aunque impopulares para -de verdad- salir de la crisis dejando los menores "daños colaterales" posibles.
En España, nos encontramos que aunque la mayoría de las competencias están transferidas a las comunidades autónomas, y por tanto deberían ser ellas las que de forma coordinada adoptaran las iniciativas principales para salir de la crisis, todas parecen haber abdicado de su responsabilidad y liderazgo ejecutivo frente al Gobierno Central. Como decía un amigo: "siempre habrá un tonto que lo pague,...". Y, en este caso, el echarle la culpa al gobierno socialista de Zapatero de cuanto negativo acontece en este país tan peculiar en que vivimos, se ha convertido en todo un deporte autonómico, y local.
De esta forma, la de hoy es una estupenda época para estar en la oposición política a nivel estatal y, a nivel autonómico, llega a ser nauseabundo el nivel de nepotismo y corrupción con que se ejerce el poder político en el cortijo particular. En la Región de Murcia, sólo el eficaz control escénico y mediático de la ciudadanía por parte del gobierno de Valcárcel puede explicar que el estar a la cola en todos los indicadores de progreso y bienestar de este país, tenga como resultado el dominio aplastante de una clase política inútil y chulesca.

Nunca prometer la Luna desde la oposición estatal, y despejar responsabilidades desde los gobiernos autónomos, fue tan fácil como ahora. Gobernar nunca lo es. Mucho menos si se piensa en los más desprotegidos, y no tanto en las grandes cifras. Lo del FMI ejerciendo de experto en diagnósticos y soluciones a esta crisis que no sólo no previeron, sino que contribuyeron con sus recetas neoliberales, me produce una mezcla entre la náusea y la indecencia. Si, además, no se priorizan los daños colaterales resulta más fácil simplificar los mensajes, crear incertidumbres, y socavar aún más la escasa confianza del gobernante de turno.

En estos momentos, estar en la oposición en cualquier país, es un plus añadido de "mejores expectativas de salida a la crisis económica" que las que llevan a cabo cualquiera de los gobiernos actuales -sea cual sea su ideología, y en cualquier país del mundo-.
Vender milongas electorales con las que engatusar a los votantes es una opción de estrategia electoral, pero incompatible con la lectura objetiva, comprometida y responsable, de esta situación tan compleja. La lentitud de los brotes verdes, pasa factura a cualquier dirigente. Merkel ha ganado en Alemania, porque sus rivales socialdemócratas estaban atados de pies y manos y eclipsados con las políticas conservadoras en el gobierno de "Gran Coalición". De haber estado ejerciendo la oposición, podrían haber prometido también la Luna. Como otros,...
PD.: Viñeta de Peridis, en ElPaís.com

3 comentarios:

supersalvajuan dijo...

¿Oposición? Que más quisieran ellos ser oposición. La mitad tienen que volver a nacer.

Anónimo dijo...

Lo que pasa es que el FMI es un nido de neocones reaccionarios cavernarios a sueldo de la derechona patria. Cualquier ciego puede verlo, y el que no lo vea es que es un pepero neocón cavernario etc, etc... Anda, como si supieran ellos más de economía que Zapatero o De la Vega. ¡Ya les gustaría!

José Segura Sola dijo...

Pues sí Salva. Ojalá hubiera una verdadera oposición comprometida que no sólo insultara y descalificara, sino que propusiera
eso: ALTERNATIVAS.

A ver si tienen los santos bemoles estos señores del PP de presentar unos presupuestos alternativos, una enmienda a la totalidad, vaya. Pero, no caerá esa breva. Porque eso supondría concretar las banalidades populistas que sueltan cada día. Espero equivocarme y que los presenten, porque entonces podríamos ver de dónde recortarían el gasto público, y de dónde sacarían los ingresos.

Por cierto, amigo anónimo, los señores del FMI son cojonudos, y muy listos. claro. Mira la crisis que tenemos y que no olieron, repito, ni olieron. Pero, eso sí, sus contratos, sus jubilaciones, sus finiquitos, y sus salarios sí que están a buen recaudo.
A "los de la mano de obra barata", que les den, no??.