lunes, 13 de octubre de 2008

¡Pobre, Rajoy!

Pobre Rajoy. El Partido Popular y el señor del "coñazo" se nos han metamorfoseado de izquierdas, hippies, comunistas, o no sabemos muy bien de qué nueva cosa. Todo vale en su estrategia de oposición, o no?

¿Pasados de frenada?. Muchos nos preguntamos si no se habrán pasado de frenada, en su eterno viaje al centro. Al menos eso es lo que podíamos interpretar tras su nueva andanada de improperios a Zapatero y al gobierno socialista. Siguen desde el PP sin proponer medida alguna para apoyar la salida de la compleja situación económica que atraviesa España, el resto de Europa, y el mundo mundial, pero se atreven a decir que son los únicos capaces de sacarnos de esta situación.

El cinismo no tiene límites. Resulta que ahora pretenden pasar a los socialistas por la izquierda. ¡Válgame Dios, si el Chache Paco levantara la cabeza!. Y, es que según dicen, nadie como ellos para defender a los trabajadores, y a las pequeñas empresas ante la crisis. Que critiquen al presidente socialista cuando ha propuesto las últimas medidas ante la crisis, es normal. Pero que lo hagan acusándolo de que lo único que quiere Zapatero es "ayudar a sus amigos banqueros", suena casi a tomadura de pelo. Por un momento había pensado que quien hablaba era Gaspar Llamazares, y no Rajoy.

Alucinados. No sabemos si este arranque comunista le durará mucho al PP. De ser así, a ver si lo próximo que proponen es repartir entre los más necesitados el suelo recalificado en los últimos años; o, que van a hacer lo mismo con el dinero ingresado en los múltipples y suntuosos convenios urbanísticos. Alucinados quedamos,...

Los que afilan los sables. La verdad es que Rajoy y su equipo se lo están poniendo fácil a los que afilan los sables a su alrededor. No había más que ver la sonrisa socarrona de Esperanza Aguirre en el palco durante el desfile de ayer domingo. O, los titulares y apelativos con que les obsequiaban desde la prensa conservadora. Pero, fíjate, este "coñazo" ha servido para que la derecha montaraz rebaje importancia al hasta ahora símbolo nacional, como siempre lo había sido, el desfile de las fuerzas armadas del 12 de octubre. Parece ser que ahora también les aburre. No quiero ni imaginar lo que hubieran dicho, y ¡durante cuánto tiempo!, si quien hubiera tenido el lápsus con el micrófono abierto hubiese sido Zapatero. Menos mal.

1 comentario:

Eremita dijo...

Pobre niño rico, que cosas tiene que hacer por el bien de España.