miércoles, 15 de octubre de 2008

“¿Qué hiciste para ayudarla?”,...

Remover las conciencias. La fotografía a una niña moribunda en África persiguió en vida al cronista gráfico de la Suráfrica del ‘apartheid’, Kevin Carter. Con ella atrapó el Pulitzer, pero también la maldición de una pregunta: “¿Qué hiciste para ayudarla?”. La presión le empujó al suicidio. La pregunta sigue en el aire: ¿qué hacemos todos para ayudarla?

3.000 milones. Hoy hemos podido ver en la prensa que "tan sólo" 3.000 millones bastarían para frenar la desnutrición infantil aguda. Y que algunas ONGs, como Acción contra el Hambre denuncian que cinco millones de niños mueren cada año por hambre, y que la actual crisis ha rebajado las aportaciones a estas organizaciones, luego su actuación imprescindible disminuirá en las zonas más desprotegidas del planeta. Es decir, sí. Seguirán siendo los más necesitados los que paguen las consecuencias más nefastas de la gran ola de especulación financiera que ahora concluye. Estos 3.000 millones son una ínfima parte de las cantidades que en estos días se están aportando para avalar a los bancos. Esto se estudia en Educación para la Ciudadanía. Algunos, objetan. Puede que los mismos que ridiculizaron la Alianza de Civilizaciones. Así nos va.
Algunas preguntas sobre conciencia y moral. Sin olvidar que cerca de nosotros también hay necesidades, algunas peores de lo que pudiéramos pensar (p.ej. los Barrios Altos y barrio de San Cristobal, en Lorca), no son comparables a las que sufren en otras partes del mundo. Hoy, día de los Blogs contra la Pobreza 2008, quiero plantear algunas preguntas sobre conciencia y moral:

¿Qué impide erradicar la Pobreza de la misma y rápida forma como se adoptan medidas ante la crisis económica actual?

¿Asumimos como mal menor para mantener el estatus de vida occidental que millones de personas mueran de hambre en el planeta cada año?

¿Por qué la jerarquía de la Iglesia Católica condena a millones de personas africanas al contagio del SIDA por su negativa a usar el condón? ¿Acaso no es la lucha contra la Pobreza lo que debería ser la máxima prioridad de la jerarquía católica Española y Mundial?

¿Por qué nos cuesta tanto ver que las condiciones económicas, políticas y sociales que se consienten y se sufren en algunos paises son el caldo de cultivo para que sus gentes decidan buscar un futuro mejor en Europa y el mundo occidental? ¿No hicimos nosotros lo mismo antaño?

¿Qué hacemos todos para ayudar?

PD.: Si este día sirve tan sólo para que a muchos se nos remueva la conciencia durante un rato, bienvenido sea. A ver qué respodemos el año que viene. Es cuestión de empezar por uno mismo. Espero que el año próximo mis remordimientos sean menores.

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