
Lo dije hace
tres semanas. Se ha cumplido. Muy pronto.
Han caido más. La pena es que estas alimañas se llevaron la semana pasada la vida de
Ignacio Uría. Ya falta menos. No tienen futuro. No saben hacer otra cosa. Espero que estén
con el miedo en el cuerpo. Temblando los muy cabrones. Aunque mucho me temo que estarán preparando otro drama para mostrar a su jauría que siguen vivos. Asco es lo que deben sentir de todos los ciudadanos de bien. Por lo demás, felicidades a las fuerzas de seguridad del Estado, francés y español. Y a sus responsables. Pero, también, felicidades a todos.
2 comentarios:
Que se pudran en la cárcel. Y punto.
Como he dicho en mi blog, es el primer egalo de la Navidad. Ojalá recibamos muchos más como éste.
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