El tema del agua, mientras dé votos, será un tema recurrente. Más aún, cuando desde el PP regional se mantenga y se insista, día sí y día también, con la campaña demagógica del "agua para todos", y sus mensajes propagandísticos sobre el engaño masivo que tantos votos les ha dado en nuestra región: el Trasvase del Ebro. Por eso, este artículo de Bartolo intenta aportar ese necesario sosiego, tan importante en temas como en el de la escasez de agua. Éste es el artículo:
A propósito de los muñidores
Bartolomé Soler Sánchez. Diario LaVerdad, 05.11.2008
Las espadas más conservadoras del PP murciano, quizá espoleadas por los trofeos alcanzados en la carrera de San Jerónimo -el tiempo lo dirá- o seguramente por los réditos electorales obtenidos con la confrontación en materia hidrológica parecen desear, por un lado, mantener vivo uno de los tópicos políticos más explotados por este partido en los últimos años: el trasvase del Ebro y, por otro, tratar de impedir, por todos los medios, que el PSRM-PSOE pueda, ni siquiera, aportar su visión para la resolución del problema.
Aquí no importa que el PP en las pasadas elecciones generales se descuidara y no contemplara el tema de Ebro en su programa electoral, o que su candidato, señor Rajoy, a la presidencia del Gobierno no quisiera mojarse sobre el particular en toda la campaña: ya fuera en Murcia y Valencia; ya fuera en Aragón y Cataluña. Aquí lo importante es mantener la ficción, echándose a suertes quien dice un día sí y otro también que, de gobernar, harían lo que no hicieron durante ocho años que tuvieron esa responsabilidad. En aquel periodo colocó el presidente Aznar una piedra, del mítico trasvase, en El Saltador (Huércal Overa) Almería. Yo fui testigo.
Y les va también a ellos, que no dudan el mantener el raca-raca de un engaño con escasos visos de materializarse, precisamente por eso; porque fue un engaño. Y ese engaño, repetido incansablemente, no parece que haya sido la política más acertada para resolver los problemas de la falta de agua en el sureste español.
Y yo, que no tengo reparo alguno en manifestar públicamente que fui uno de los engañados; que estuve manifestándome con los agricultores en Madrid en 1994 pidiendo agua del Tajo; por cierto no recuerdo haber compartido autobús con ninguno de los que ahora se prodigan casi a diario; que después fui a Valencia; que además estuve en la última manifestación de Murcia; que manifesté públicamente mi deseo de que no ganara las elecciones Pascual Maragall en Cataluña, por sus declaraciones insolidarias; hoy, cuando veo la manipulación a la que fui sometido y no arrepintiéndome de nada de lo anterior, sí me duele no haber entendido que he sido una víctima más de la artimaña electoral mejor urdida de todo el período democrático que me ha tocado vivir.
No se puede construir nada enfrentando a los españoles. No puede mantenerse durante tanto tiempo la política del lamento y debemos de trabajar para consolidar e impedir democráticamente que nadie nos arrebate lo que por ley y justicia nos corresponde. Cabría preguntarse, aparte de los magníficos réditos electorales que el PP ha obtenido en Murcia en las últimas elecciones municipales, autonómicas y generales, para qué le ha servido a la sociedad murciana esta posición política en materia de agua. ¿Se ha solucionado el problema?
Que es, a mi juicio, mucho más útil seguir el camino del diálogo con el gobierno de España y con las comunidades autónomas lo pone de manifiesto la reciente entrevista del presidente Valcárcel y la ministra Espinosa; también la del secretario general del PSRM-PSOE, Pedro Saura y el presidente Vara de Extremadura en Santiago de Compostela; igualmente lo es el acuerdo de los tres grupos parlamentarios en la Asamblea Regional y, sin ninguna duda, lo será la posición que seguro van a mantener los diputados nacionales de ambos partidos, con ocasión del próximo debate del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha.
Sí, ese es el sitio donde debe caer y quedar limpio y sin sombra de duda todo lo concerniente al trasvase Tajo-Segura. Es el lugar adecuado, las Cortes españolas, como explicaba recientemente en una brillante tribuna don Juan Ramón Calero, compañero de partido, que fue en su día de don Alberto Garre.
La desalación, evitando las trabas políticas a su desarrollo; la reutilización; seguir invirtiendo en la modernización de los regadíos; los bancos públicos de agua; el trasvase Tajo-Segura; la reflexión necesaria sobre el precio político del agua; no renunciar a los trasvases sostenibles económica y medioambientalmente y, sobretodo, planteados mediante el diálogo y no mediante el enfrentamiento político, es la apuesta de los socialistas murcianos, aunque no les guste a los que exhiben sus trofeos y tratan de evitar que nadie vaya a su terreno a hacerle la competencia, aunque los perjudicados sean, como siempre, los más débiles.
Bartolomé Soler Sánchez es diputado regional del PSRM-PSOE.
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