¿Somos los murcianos estúpidos?

¿Estupidez murciana? El post anterior hacía referencia a la cultura de algunos ciudadanos de EEUU, recogida en un corte de un programa de televisión también de la misma nacionalidad. El título interrogaba sobre la posible estupidez de los estadounidenses. Hoy, al ver la prensa, no he podido mas que interrogarme sobre nuestra propia estupidez. ¿Somos estúpidos los ciudadanos de la Región de Murcia? Eso parece pensar una parte importante de los políticos que nos gobiernan desde hace ya demasiado tiempo. Expondré sólo dos ejemplos, de hoy sábado.

Por un lado, la señora María Pedro Reverte, la inefable consejera y portavoz del último gobierno de Valcárcel. Esta señora, ni corta ni perezosa, sale a corregir al secretario general de Comisiones Obreras, José María Fidalgo, quien el día anterior había manifestado que la crisis que nos rodea es también responsabilidad de los gobiernos autonómicos, por no haber previsto un cambio de modelo productivo. Pero, ¡cómo se atreve Fidalgo a decir esas cosas aquí en esta región!. Pues no. La señora Pedro, dice que no. La vocera del gobierno autonómico dice que la crisis no debe vincularse con el modelo de desarrollo económico de la Región. ¿Por qué?, nos preguntamos. Pues, porque «este modelo económico murciano lo que ha permitido es que durante los últimos 10 años se haya liderado el crecimiento económico a nivel de toda España». Normal. Y se queda tan pancha. Claro. ¿Pensarían desde el gobierno regional que "su modelo económico panochil" tan bondadoso para ellos mismos, sería eternamente perdurable, y que los efectos colaterales adversos podrían seguir achacándoselos a Zapatero? ¿Cuántos millones de viviendas pensaban que se podrían vender? ¿Acaso la gente no necesitamos hipotecarnos para adquirir esas viviendas? ¿Por qué su estrategia favorece a los promotores y no a los ciudadanos?

Lo más deprimente es que esta señora, dice lo que dice, porque sabe que sus palabras serán asimiladas cual Verdad Suprema en el imaginario cultural del murcianico medio. Durante tanto tiempo anestesiado. Encefalograma planico, nos presuponen. Saben que no habrá una mayoría significativa de murcianicos que cuestionen públicamente porqué los éxitos de "su modelo" sí son responsabilidad suya, pero los excesos no. Por supuesto, que los efectos colaterales les serían también ajenos. Ni la corrupción, ni los excesos de los nuevos ricos, ni el aumento del dinero negro, ni el liderar los índices de ventas de coches de lujo, ni el que los jóvenes dejasen la escuela para incorporarse al mundo de trabajo de forma temprana agrandando las tasas de fracaso escolar, ni la desprotección del medio ambiente, ni... El paraíso estaba en la Región de Murcia, y su Mesías, el señor Valcárcel.

Otro nuevo ejemplo de esta sinvergonzonería. Según publica hoy también el diario laverdad, en el juicio que se está llevando a cabo por el "Caso Zerrichera", el anterior Director General de Calidad Ambiental, Antonio Alvarado, demuestra, además de poca vergüenza, la catadura moral de esta clase política que tenemos los murcianicos. Y es que, nadando en esta especie de inmunidad moral en la que se suelen mover estos señores, se ha permitido el señor Alvarado tomarle el pelo al juez del caso, señor Antonio Alcázar.

El gran muñidor. Según refleja hoy el diario laverdad, Alvarado, a la pregunta del juez sobre quién era la persona equis, y si se refería a su antiguo superior (el ex consejero, y ex delegado del gobierno en la región en tiempos de Aznar, Francisco Marqués), ha manifestado que no, que el «gran muñidor» del escándalo urbanístico de La Zerrichera no fue el ex consejero Francisco Marqués ni cualquier otro responsable de la Administración regional o del Ayuntamiento de Águilas, sino el secretario general del PSRM-PSOE, Pedro Saura, y los concejales de este partido en la localidad costera. Sin palabras. Nadie puede negar la fantasía e imaginación que despliega el hasta ahora eficaz grupo de análisis y asesoramiento en derecho penal del PP regional. Este grupo de expertos fue creado en secreto por el PP a finales del año pasado, con el objetivo estratégico de marear la perdiz, procesalmente hablando. La explicación que se daba para justificar su creación, tampoco defraudó a sus fervientes seguidores. Todos los casos de corrupción, se decía, eran fruto de una estrategia perversa del gobierno de Zapatero. Claro.

Murcilandia. Hace unos días se ha detenido a uno de los abogados que tan buen trabajo estaba haciendo, hasta ahora, asesorando a ayuntamientos gobernados por el PP, en esta "alegre" región. En fin, en Murcilandia estamos. Paraíso del Partido Popular. Ansiosos estamos por ver en qué queda esta película.