sábado, 15 de noviembre de 2008

"Medio mundo en recesión y la culpa es de Zapatero (Montoro dixit)", por Juan Torres López

Pues sí, así son las cosas. Este partido antipatriótico de derecha extrema que se afana por despreciar al gobierno de la nación española, cuando no son ellos los que se sientan en el Consejo de Ministros, sigue con su estrategia de demagogia y manipulación. No sólo es el ínclito responsable económico, señor Montoro, el que azuza a las masas enmarañando las nuevas medidas del Gobierno Socialista para enfrentarse a la crisis.

El responsable de comunicación del mismo inefable partido, señor González Pons, también conocido por "el risitas", intenta ningunear el papel de Zapatero en el hito histórico de asistir a la Cumbre del G-20, en Washington. El proceso para adoptar los cambios necesarios en el mundo financiero internacional, no será rápido, pero estamos presentes. Y sin embargo, una y otra vez salen a menospreciar su presencia. Si, finalmente, no hubieramos podido estar allí, las críticas serían incluso más despreciables.

Esta es la derecha del "nuevo" Partido Popular. Esta es la derecha que iba a moderarse tras el cambio de actores en su dirección nacional. Ya vemos, más de lo mismo. Mariano Rajoy, ni mando ni se va. Pobre hombre, lo duro que debe ser estar en las fauces de semejantes poderes mediáticas, eclesiásticos, y políticos de esta derechona antiespañola. No son capaces de alegrarse de ningún éxito de España. Si no gobiernan ellos, España no es (su) España.

Hoy en elplural.com, aparece un artículo de Juan Torres López, catedrático de Economía Aplicada, que analiza también las mentiras del PP, sobre la crisis económica. Éste es el artículo:

Medio mundo en recesión y la culpa es de Zapatero (Montoro dixit)
JUAN TORRES LÓPEZ, ElPlural.com, 15/11/2008

Es verdad que entre la política económica de los gobiernos del partido socialista y del Partido Popular ha habido pocas diferencias de encuadre general: ambas se incardinan en los principios ortodoxos impuestos por los poderes financieros y por los organismos financieros internacionales en los últimos decenios. Así, quien analice las cuestiones simplemente en blanco y negro solo verá esa coincidencia. Pero, al mismo tiempo, yo creo que también es cierto que hay matices diferenciales entre esos dos gobiernos incluso en materia de pura política económica: en diseño de fines, en el papel concedido a los objetivos sociales, en políticas presupuestarias concretas y en la forma de llevar a cabo las decisiones adoptadas, por ejemplo, y sin ánimo de entrar ahora con detalle en esa cuestión.

Lo que quiero señalar es que cualquier observador podría encontrar diferencias, a poco que fuera sensible a los matices políticos. En todos los países se han podido reconocer planteamientos y resultados bien diferentes según que los gobiernos hayan sido conservadores o socialdemócratas.

Por eso, no sería difícil que un político tan avezado como Don Cristóbal Montoro, que además es catedrático de Economía, encontrase un buen número de diferencias entre la política económica de su gobierno y el de Zapatero. Muchas de esas diferencias serían solo de preferencia, relativas a diferentes prioridades de gobierno que no pueden ser criticables por mejores o peores. Otras, muchas o pocas, tendrían que ver con el grado de éxito de las propuestas y con los resultados de las respectivas políticas.

Sobre todo ello podría explayarse el Señor Montoro para poner a caldo al presidente y a su equipo si eso es lo que le place o lo que considera que es su obligación.

Podría tomar datos y comparar, analizar encuestas de aceptación y sacar conclusiones, preguntarle a expertos de diferencias tendencias y luego sentar cátedra a su gusto.

Pero en lugar de ofrecernos hechos y a partir de ellos una crítica rigurosa, el portavoz popular primero critica y después se olvida de darnos datos o, cuando los da, nos los compara ni los registra ordenadamente en su contexto actual y pasado.

Y como no necesita referirse a la realidad de las cosas para criticar, sino que critica para no tener que involucrarse con la realidad de las cosas, puede permitirse licencias tan exageradas que dejan pequeña a la demagogia del mayor de los demagogos.

La última es de libro: medio mundo se encuentra en recesión como consecuencia de una crisis financiera facilitada y exportada al mundo entero gracias a la regulación tramposa y chanchullera de la administración de Bush, el amigo y socio del José María Aznar a cuyo gobierno perteneció Montoro. Ya lo están Alemania y varios países más de la zona euro. Sin embargo, aunque el crecimiento del PIB español acaba de registrar una contracción del 0,2%, lo cierto es que España, a diferencia de otras economías más poderosas, aún no está en recesión.

Seguramente, esta contracción aventura que España entrará técnicamente en recesión al finalizar el próximo trimestre. Es decir, que le pasará exactamente lo mismo que le está pasando a los demás países, y exactamente por las mismas causas que ellos.

Pero, para el sagaz portavoz del Partido Popular, este dato no demuestra que todos los países han sido fatalmente afectados por la crisis financiera que exportó Estados Unidos. No; para Montoro, lo que pone de manifiesto es el "fracaso de la política económica del Gobierno socialista, que ha sido incapaz de articular las medidas necesarias para evitar entrar en recesión".

Es decir, ¡como si todos los demás gobernantes hubieran podido evitarlo, menos el presidente español!

Qué perspicacia tan sublime la de Don Cristóbal Montoro. Desde luego que vale la pena que continúe siguiendo de cerca la labor de este gobierno porque el día menos pensado nos descubre que Zapatero también fue el que mató a Manolete.

Juan Torres López es catedrático de Economía Aplicada (Universidad de Sevilla).

1 comentario:

supersalvajuan dijo...

González Pons, Cospedal, Soraya, Alonso... ¿Qué hacen todos estos tipos en política?